Los jugadores de la Vinotinto se mostraron voluntariosos en su intento por dar una buena imagen ante sus aficionados. Pero no fueron lo suficientemente efectivos, ni afortunados, como para contener a España. David Villa, a los cuatro minutos, lanzó una falta que Vega ayudó a traspasar su portería. El partido era trabado debido a las numerosas faltas de ambos equipos.
El dominio de los visitantes era casi estéril debido a la falta de velocidad para armas las jugadas de ataque. La única ocasión clara de Venezuela fue una contra de Orozco que asistió a Maldonado pero que se estrelló en Valdés. La jugada siguiente Villa encontró el desmarque de Pedro Rodríguez que cruzó con la izquierda a donde Vega no pudo llegar para anotar el 0-2 a los veinte minutos de juego.
La tónica del partido siguió igual. Un partido en el que el local quería pero no sabía cómo hacer daño y un visitante que no pisaba el acelerador pero mandaba por dos goles de ventaja. Y así, casi sin quererlo una falta centrada, pero a 30 metros de la portería venezolana, fue suficiente para que Xabi Alonso retratase a un desafortunado Vega y a una barrera desmembrada. Era el 0-3 y el árbitro decidió que ya era hora de llegar al descanso.
Así 45 minutos le bastaron a la Furia para hacerse nuevamente dueño de un partido donde quedo plasmado en el resultado las diferencias de ambas selecciones
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